Un hijo que sale al encuentro
Un matrimonio que emana
de la luz de los ojos negros.
Un hijo que sale al encuentro
con temor a caer prisionero,
en las garras de la vida fácil,
en los brazos de un amigo incierto,
en el corazón del que rie sin amor,
en la casa del rico avariento.
Sus manos pequeñas reclaman
los brazos del que es su dueño,
sin temor a verter lágrimas
por sentirse pequeño y ligero.
Su mejor don es ser niño
qué con inocencia abraza,
toda la brillantez de la vida,
toda la sencillez del alma.
Autora: María Cruz Pérez Moreno