No robes las ilusiones al joven
No robes las ilusiones al joven.
No seas cruel a sabiendas –Infiel-.
Deja que su imaginación vague
sintiéndose inmerso en miles de edenes,
donde ya no tiene razón el dinero,
allí, junto a hermanos sin rencor ni miedos.
¡OH! –Infiel- déjalo soñar vidas maravillosas,
cuentos de hadas y duendes bienhechores.
Déjale en su locura ser felicidad eterna.
No –Infiel- no destruyas su fantasía sin igual,
su irrealidad impregnada de tanta belleza.
su vida en eternidad de alegría,
su gran paz, su mentira.
Autora: María Cruz Pérez Moreno