Descansa en paz
La gente corre atemorizada
por las bombas, balas y la farsa.
Va una viejecita con su nieta,
valiente huye de los adversarios
que no perdonan, son inhumanos,
llenos de odio, codicia y trabajo.
Son los libertadores del pueblo
y con saña acometen al pueblo.
Son los jueces faltos de escrúpulos
que se dicen honestos y justos.
Son los que derogan la tortura,
los que se consideran cristianos,
y en ellos vemos culpa y pecado.
Ha muerto la niña por las balas.
La anciana con los brazos abiertos
grita su desolación, llorando,
suplicando, rezando, penando.
Obtiene imposiciones e insultos,
agravios, advertencias, silencio.
Finaliza su destino y sino,
su cara surcada de años ríe,
¡Por fin! con la candorosa niña
descansa en paz, es amor, es vida.
Autora: María Cruz Pérez Moreno